Mastopexia en Hospital Quirón de Madrid

Los doctores Emilio Moreno, Maria Gonzalez y Ignacio Sanz finalizan una mastopexia

Para obtener el mejor resultado es imprescindible realizar un buen marqueje preoperatorio.


Cuando se elevan las mamas, sin reducir significativamente el volumen, hablamos de mastopexia.

Las glándulas mamarias comienzan su desarrollo al llegar la pubertad, a una edad, que varía de unas  mujeres a otras, y se considera que han alcanzado su tamaño definitivo cuando éste se mantiene constante durante al menos 6 meses. Con fines prácticos, el final del crecimiento mamario, se considera que ha llegado, cuando la talla del sujetador es la misma durante al menos 6 meses.

El tamaño o volumen que alcanzan las mamas en su desarrollo depende de varios factores y no todos ellos son conocidos. El factor hereditario es importante, y en general hay familias en las que las mujeres tienden a tener las mamas grandes y otras en las que la tendencia es la contraria. Sin embargo esta regla tiene numerosas excepciones y por ello sabemos que hay otros factores que influyen, aunque no los conocemos con exactitud. Por otra parte, existen muchas alteraciones en el desarrollo de la mama, que pueden ir desde la ausencia total de su desarrollo, hasta el crecimiento exagerado, pasando por alteraciones de la forma, como son la mama tubular, el pezón invertido, etc. Además de estas alteraciones la mayoría de las mujeres, tienen las mamas diferentes una de la otra y ocasionalmente esta diferencia puede ser grande, provocando lo  que denominamos asimetría mamaria.

Estos trastornos del desarrollo de la mama, provocan algunas veces, en las mujeres jóvenes, sentimientos de rechazo de su cuerpo, al considerarlo poco atractivo. Con frecuencia recurren a métodos como usar prendas holgadas para evitar que los demás se den cuenta de que sus mamas son grandes. En algunos casos provoca trastornos más severos, que pueden llegar a dificultar las relaciones con los demás o a limitar sus actividades sociales.

En algunas mujeres, las mamas de tamaño excesivo llegan a producir verdaderos problemas de salud, aparte de los propiamente estéticos. No es infrecuente observar erosiones cutáneas o incluso heridas por rozadura en los hombros, ocasionados por la presión de los tirantes del sujetador. Así mismo, es frecuente observar mujeres con dolores de espalda, de cuello o de hombros, que pueden ser debidos a la sobrecarga de peso, que las mamas producen sobre los hombros y la columna vertebral. La piel bajo las mamas, se puede irritar en el verano, por acúmulo de sudor en esa área. Además, las mamas excesivamente grandes, a menudo hacen casi imposible realizar determinadas formas de ejercicio físico o algunos deportes. También puede que la exploración mamaria, tanto el autoexamen, como las mamografías, sean difíciles de realizar adecuadamente.

En las mujeres jóvenes, las mamas de tamaño grande, suelen ser mamas voluminosas, con posición alta en el tórax y gran proyección por su consistencia más firme. A medida que se avanza en edad y sobretodo cuando la piel es flácida o con los embarazos, lactancias u oscilaciones de peso, la mama tiende a caer, forzada por su peso. La piel se distiende y se “da de sí”, la mama queda colgando en una posición más baja. De esta manera, se asocia lo que denominamos ptosis mamaria.

Más información sobre la cirugía de mastopexia en Martín del Yerro Cirujanos Plásticos.

Cirugía en el Hospital Quirón de Madrid

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